El otro día estuve hablando con Business Insider sobre el sistema en el que estamos inmersas y el tipo de vida que llevamos que nos exige de una atención constante al trabajo. Te cuento esto porque, seguramente, cuando leas este post lleves horas trabajando. Estés cansada, harta, probablemente desmotivada. Y lo más probable es que estés trabajando en casa. Hoy vengo a hablarte del teletrabajo forzado que nos ha sido impuesto y con el que, probablemente, y a ratos, te lleves menos bien.
El teletrabajo es uno de los recursos que ofrecen las empresas que hemos empezado a llamar “flexibilidad laboral”. Este tipo de beneficios empresariales han sido más difíciles para las empresas del sur de Europa, en las que el presentismo era la orden del día y adaptarse a no “ver al empleado” les ha costado más décadas. De hecho, a pesar del crecimiento que se ha visto en España en los últimos meses, seguimos en la cola europea con respecto a la implantación del teletrabajo.
Aún así, los datos lo confirman: vamos poco a poco sumándonos al boom del teletrabajo, pero aún nos queda un largo camino para hacerlo con éxito.
¿Qué cosas buenas y no tan buenas tiene el teletrabajo?
Ventajas del teletrabajo: ¿cómo ayuda a mi salud emocional?
Supongo que estás familiarizada con numerosos artículos que hablan de “los mejores consejos para un teletrabajo con éxito”.
Lo sé, hay mucho contenido sobre este tema.
Pero, desde la salud mental y emocional, ¿cuáles son las verdaderas ventajas de esta modalidad de trabajo?
El teletrabajo fomenta la vida autónoma del empleado
Sí, te habrá chocado y me dirás: pues a mí me hacen trabajar mucho más. Es cierto, está habiendo grandes abusos. Sin embargo, el teletrabajo es, para mí, si las condiciones lo permiten, uno de los beneficios más necesarios que una empresa puede dar a sus empleados.
El teletrabajo es uno de los caminos a seguir para evitar la cultura del presentismo que afecta a la productividad y que provoca una fatiga mental a los empleados. El mundo ha cambiado tanto que resulta casi inevitable que podamos imaginarnos una cultura presencial como la de hace 20 años. Y, sin embargo, antes de la pandemia, muchas empresas seguían esa línea.
Trabajar desde cualquier parte del mundo
Que se lo digan a los nómadas digitales.
Siempre he hablado de esto en mis charlas: la España vaciada es uno de esos fenómenos que se producen por una mala gestión y por las obligaciones del mundo posmoderno (y sus necesidades). Podemos reinvertir este proceso. ¿Qué necesitas? ¿Dónde quieres estar?
Ahorros, ahorros y ¡más ahorros!
Tus ahorros y necesidades económicas pueden ser un foco de ansiedad. Sí, el sistema en el que vivimos no ayuda a hacer de las ciudades lugares amables y esto afecta a nuestra salud mental y emocional.
El teletrabajo ayuda a:
- El ahorro en combustible y en transporte público.
- La ganancia en horas de sueño.
- La aportación social al cambio climático.
Oportunidad de desarrollo personal y empresarial
No estamos hablando únicamente de un cambio de espacio físico, estamos hablando de confianza hacia el empleado.
Una compañía abierta, flexible y que confíe en ti como empleado para que puedas desarrollar tu labor sin estar presencialmente es algo que dice mucho de una compañía. En mi opinión, la hace una empresa fuerte e innovadora.
Algunas de las desventajas para tu salud mental y emocional
-
Descenso de la productividad
Aceptémoslo, esta nueva modalidad de trabajo se ha convertido, para muchas, en una necesidad y no en una ventaja.
Puede que, para ti, o en función de tus circunstancias, sea una experiencia que a veces te lleva a límites de estrés incontrolables y acabe resultando tan complicado que acabes perdiendo la gran concentración que tenías en la oficina. Está teniendo, probablemente, un impacto en tu salud mental. Esto habría que revisarlo para que puedas gozar de una vida más tranquila.
-
Ausencia del ambiente laboral
Muchas tenemos la idea de ir a la oficina como vía de escape para crear y desarrollar vínculos de unión. Esa incertidumbre y la falta del clima de oficina y compañeros puede ser desmotivador y eso puede afectarte a nivel emocional.
-
Desconexión emocional con la compañía
Contar con esos vínculos es esencial. En este caso, si el período de teletrabajo se extiende de manera incierta puede generar una desvinculación con los compañeros y la propia empresa. Sí, las reuniones pasan a ser virtuales, pero mi recomendación es que consigas que sean periódicas tal y como las solías tener de forma presencial en la oficina.
-
Trabajando horas extra
Nos pasa muchas veces que por el hecho de estar en casa y no tener la necesidad de salir pitando para coger el metro o bus, acabamos haciendo más horas de lo debido.
Es como si nos sintiéramos en la necesidad de aprovechar ese rato para trabajar más. Ay, la exigencia. Además, quizás entra en juego una emoción que nos traiciona: el miedo a perder el trabajo. Es normal.
Aún así, revisa qué está ocurriendo, el miedo nos da información muy clara de en qué momento estamos. No lo combatas. Siéntelo, transítalo y si estás incómoda, toma una decisión. La terapia puede ser muy necesaria.
Consejos para un teletrabajo conciliador: no hay verdades absolutas
Quiero que decidas por ti misma, ¿qué necesitas? Y cuando lo sepas, pregúntate: ¿eso te lo puede ofrecer tu empresa?
-
Te dicen que… hay que despertarse con tiempo como si fueras a la oficina
Puede que funcione para ti o puede que no. Después de todo, las valoraciones son opiniones subjetivas. Dependen mucho de la personalidad de cada una y de cómo se sienta cómoda, y por tanto feliz haciendo lo que hace. Si el trabajo sale bien y te encuentras centrada, motivada y productiva, sigue tus hábitos.
Analiza bien tus costumbres y observa cómo funcionas mejor.
Claro que sí, tú mejor que nadie sabes cómo tu cuerpo funciona mejor. Conócete, descubre la mejor manera para trabajar e implanta tu propia rutina. No hay mejores ni peores rutinas si a ti te funcionan.
-
Te dicen que… no trabajes en pijama
Yo tengo que vestirme porque mi trabajo requiere videollamadas o sesiones presenciales contigo. Pero piensa en lo siguiente:
¿Te resulta más cómodo estar en chandal? Es cierto que los simbolismos son importantes y que de algún modo activan en nuestro cerebro el estado de ánimo en el que estamos: modo trabajo, sofá, vacaciones… Incluso ya hay profesionales, con la que he tenido el gusto de compartir reflexiones, como Edith Chan que te ayudan a definir un estilo en función de tu personalidad. Pero creo más importante que abraces el confort y las condiciones personales que tu situación te brinda y saques el mayor partido a trabajar desde casa. Adapta todo lo mejor posible a tus hábitos.
-
Te dicen que… hay que diferenciar bien el espacio de trabajo del de ocio o compartido en casa
Antes de entrar en detalle, debo pedirte que te busques un espacio luminoso, ordenado y cómodo.
¿Lo tienes?
- ¿Trabajas en una habitación pequeñita con mucha luz pero ese espacio de trabajo está delimitado del que utilizas para ocio familiar?
- ¿Cómo son tus condiciones de trabajo?, ¿tienes todo lo necesario como cuando trabajas desde la oficina?, ¿tienes una silla cómoda para no acabar con dolores de espalda?
- ¿Compartes habitación con tu pareja, pero tenéis escritorios diferentes? Me parece una idea genial, ya que te ayuda a simular tu espacio de oficina como si estuvieras con tus compañeros, pero en este caso, con tu pareja. Acuérdate de delimitar espacios.
- ¿O eres más bien activa y pasas del salón por las mañanas, a la terraza después de comer para la hora del café?
Cualquier modus operandi es bueno si te permite cumplir con tus objetivos y no te sirve como distracción.
-
Te dicen que… planifiques tu día laboral marcando un horario fijo
Muchas nos hemos visto trabajando más de la cuenta por el hecho de trabajar desde casa. Y no me refiero a media horita, sino una, dos o alguna que otra más. Delimita, diferencia espacios, pero también abraza la espontaneidad que puede ser una oportunidad.
Tres claves que te aconsejo tener en cuenta
-
Disfruta con tu familia nada más cerrar el portátil
Seguro que te preguntas… vale disfruto de mis hijos cuando termine de trabajar, pero ¿qué hago con ellos durante mi jornada laboral? La respuesta es complicada. Yo tengo una niña de dos años, Mimi, y esto para mí ha supuesto un reto. Te dirán que puedes aprovechar para ponerles a jugar, a realizar sus tareas, o contratar una niñera durante esas horas para que se encargue de ellos durante tus horas de trabajo. Prueba qué es lo que mejor te conviene pero recuerda que tu salud mental y tu descanso es lo primero.
-
Dedica ese tiempo para ponerte en forma – física, mental y emocionalmente
El teletrabajo se caracteriza por ser un sistema un poco, bastante, sedentario. Por ello, debes buscar el equivalente a ese ratito que caminabas de camino a la oficina, o al metro, para compensar y mantener tu cuerpo activo. Además, te ayudará a liberar el estrés generado por el volumen de trabajo y el hecho de sentirte encerrada en casa durante tantas horas. En estos momentos tan difíciles, te recomiendo que optes por yoga o meditación.
Por cierto, ¿sabías que en varias de mis sesiones de terapia acabamos con 10 minutos de meditación?
Ahora y gracias a ese tiempo que ahorras en ir y volver de la oficina, podrás invertir en ti más que nunca.
-
Mantén el contacto con la gente, y no solo en reuniones
Dedica un ratito de descanso para organizar una videollamada con aquella compañera con la que solías bajar a tomar el aire o tomarte un café a media tarde.
Consejos prácticos para que tu teletrabajo y tu salud mental vayan de la mano
- Aprovecha las horas más productivas para hacer el trabajo más complicado. En aquellas en las que te cueste concentrarte, haz el trabajo más monótono.
- Si trabajas para una empresa extranjera, aprovecha la diferencia horaria para hacer las tareas más duras y complejas. Te ayudará a evitar distracciones con emails constantes de tus compañeros.
- Concilia unas reglas de juego con tu familia. Avísales de la hora a la que te vas a desconectar para comer para que no te interrumpan antes. Te ayudará a limitar tu espacio y tiempo de trabajo y que tu familia lo respete.
Como ves, visto de esta manera todas estas pautas tienen sentido. Me gusta abordarlo de una manera objetiva y sin etiquetar unas ideas como mejores o peores.
Ya llevo 2 años teletrabajando desde casa
No te olvides que todas las prácticas de teletrabajo son válidas si haces que el trabajo funcione. Lo que te diferencia es lo que marca tu esencia y por tanto te hace especial.
Como dijo Margaret Mead, «Recuerda siempre que eres absolutamente único, al igual que todos los demás».
Si vives el teletrabajo siguiendo un modelo distinto a los que recojo en este artículo, cuéntamelo a través de un comentario. Me encantaría completar este post con nuevos tips y consejos de teletrabajo.
¡Tu historia cuenta!
Si tu caso es más bien una vuelta progresiva a la oficina, te invito a que eches un vistazo a mi artículo en Business Insider. Descubrirás muchos consejos prácticos sobre cómo hacer más fácil tu vuelta a la oficina tras el confinamiento.